Sí, así es. Al final lo he hecho.
Como buen frikazo de las series de TV que soy (¿de qué si no iba a saber yo inglish pitinglish?) me he decidido a hacerlo. He visto decenas de series a lo largo de mi corta e insignificante existencia, y he pensado que era el momento adecuado para contaros cuáles son las que más me han impactado. Ladies and gentlemen, sin más preámbulos… ¡Mi TOP 10 de series de TV!
10. House M.D.
El doctor más famoso de la cadena FOX. Hay algo que no me gusta mucho de esta serie, y es que se trata de capítulos auto-conclusivos. Pero son muchas las cosas que me gustan de ella: Es cierto que era una serie centrada en su protagonista, pero cuando se trata de un tipo como Gregory House casi se agradece que el foco esté sobre él. House M.D. supo reinventarse temporada tras temporada (8 en total), y especialmente al final, en las últimas cuatro. La ironía de Greg y sus colegas, el misterio detectivesco detrás de cada uno de los intrincados casos, las analogías de House con Sherlock Holmes y los continuos guiños al mítico detective londinense (ambos son adictos a una droga, ambos viven en el 221, ambos tocan un instrumento musical con maestría, ambos tienen un mejor amigo cuyas iniciales son J.W) además de una brillante banda sonora.
9. Breaking Bad.
¿Breaking Bad en noveno lugar? ¡A este tío se le ha ido la olla!
Lo sé. Soy consciente de que mucha gente opina que la serie de la AMC es la mejor serie de todos los tiempos. Es cierto que la serie está magistralmente dirigida, y que la dupla de Jessie Pinkman y Walter White nos deja momentos para el recuerdo y sin duda una de las parejas más míticas de la historia de la televisión. Sin embargo a mí se me hizo algo lenta durante algunas temporadas y el final no terminó de convencerme; pero lo cierto es que disfruté mucho con ella. Siento decir, que a riesgo de ganarme vuestro odio, para mí no es la quinta esencia de la TV, aunque reconozco que es una muy buena serie.
8. A dos metros bajo tierra.
Probablemente sea la mejor serie que he visto en cuanto al apartado artístico, al diseño y a la profundidad de los personajes. Siempre digo que es una serie que hay que ver cuando pasas un buen momento anímico, porque la forma en la que la serie te escupe a la cara conceptos como el amor o la muerte, sin ninguna compasión, puede resultar realmente dura. Sin spoilear a nadie, diré que el final es sencillamente soberbio. Me gustó mucho, pero suelo tender a valorar mejor otras series con un argumento que envuelva más acción, un misterio, o algo así más… (¿es “entretenido” la palabra que busco?)
7. Luther
Idris Elba daba vida a Luther, un detective londinense de los que molan: agresivo, con actitudes reprobables, que se toma la justicia por su mano, negro… La serie empezó con una primera temporada magistral, de solo seis episodios; siguió con unas aceptables segunda y tercera temporadas para acabar hundiéndose en el barro en la nefasta cuarta temporada. Me fastidia que al final me decepcionen las series en las que tengo puestas tantas expectativas. Dejó, eso sí, un opening para el recuerdo.
6. Twin Peaks
¿Quién asesinó a Laura Palmer? David Lynch cambió para siempre el mundo de las series de TV con Twin Peaks. Es pueblo en las montañas, dejado de la mano de Dios, en el que cada uno de sus pintorescos habitantes podía ser el culpable. La serie mezcló lo esotérico con el más puro de los suspenses, dejando para el espectador momentos inexplicables que todavía hoy buscan solución. Los diálogos eran una auténtica pasada, y la serie destilaba humor macabro por los cuatro costados. No parece una serie de los 90. La guinda al pastel la pone ¡La nueva temporada!… que saldrá más de 25 años después del final de la segunda temporada ¡De locos! Yo no me la pierdo, aunque no espero demasiado. Con estas ocurrencias a veces se ensucian los mitos.
5. Dexter
¿Cómo no iba a estar en este ranking nuestro psicópata favorito? ¡El héroe de la sociedad! En SHOWTIME, Dexter se atrevía a matar a los criminales que lo merecían. Es una serie que fluctuó demasiado, y por eso creo que no merece un puesto mejor en el ranking. La primera, segunda y cuarta temporada son excelsas; pero a la tercera, por ejemplo, no merece la pena ni prenderle fuego. La quinta, la sexta, la séptima y la octava temporada eran… (ahora sí es la palabra que busco) entretenidas, pero poco más. El final me pareció muy bueno, pese a que mucha gente lo criticó.
4. Perdidos
La serie que paralizó al mundo. Puede que nunca una serie vuelva a causar la demencia que Perdidos logró instaurar entre sus seguidores. Obama cambió de hora un discurso para no coincidir con la emisión de Perdidos. El capítulo final de la serie fue seguido en directo en numerosas salas de cine por todo el mundo. Esos dos ejemplos resumen lo que supuso esta serie. Se valió de un tremendo uso del suspense y de unos personajes profundos, diferentes y maravillosos hicieron de Perdidos una joya seguramente irrepetible.
3. Como conocí a vuestra madre.
Para mí, la serie de humor por antonomasia, mejor incluso que Friends e infinitamente mejor que Big Bang Theory (espero que esto último no os haga pupita). Este pedazo de serie no solo tiene un sentido del humor muy inteligente, cargado de guiños a la cultura pop y así misma; además es una increíble lección sobre la vida, sobre luchar por lo que uno quiere, alcanzar tus metas y tus sueños, y también sobre las relaciones personales, ya que la serie guarda un sinfín de frases sobre el amor que trascienden. La banda sonora es simplemente exquisita. Y… (preparaos…) ¡a mí me encantó el final!
2. The Killing
Se trata un remake de una serie de nombre impronunciable de producción danesa. La mayoría ya sois conscientes del amor que profeso a la literatura nórdica del género negro, ¿verdad? Pues The Killing es mejor que cualquier novela negra nórdica que haya leído. Igual que en Twin Peaks, la serie gira entorno al asesinato de una joven, en este caso: Rossie Larssen. Las actuaciones son impresionantes, el guión de los episodios es capaz de quitarte el aliento, y el brutal desenlace del caso en la segunda temporada es capaz de dejarte sin dormir (yo vi el capítulo dos veces seguidas) Para un tío como yo, al que le encanta el cine policíaco y la novela negra, The Killing se merece ser la segunda mejor serie que han contemplado estos ojos saltones.
Y en el puesto número uno…
1. Juego de tronos.
¿Teníais alguna duda? ¡¿En serio?!
Si bien es cierto que nunca existirá «una nueva Perdidos«, es igual de cierto que nunca una serie podrá movilizar una legión de seguidores tan grande como Juego de tronos. Esta serie ha obligado a Canal + a emitir la serie en directo a las tres de la mañana en España. La historia de George R.R. Martin, que es brutal, se ve incluso mejorada en la serie (como ya expliqué en este post). Lo tiene absolutamente todo. Es la serie total, y cuando se acabé, una pequeña parte mí, morirá. Snif! 🙁
Bonus Track: True Detective.
Para mí, la primera temporada es una de las mejores producciones de todos los tiempos. Por esos me duele no haber podido incluirla y por eso le dedico este capítulo aparte. Lleva emitidas dos temporadas, pero la segunda, en comparación con la primera deja muchísimo que desear. Además se trata de una serie un tanto especial, ya que cada temporada trata sobre una historia totalmente diferente a la anterior en la que los protagonistas también cambian y nunca más vuelven a aparecer. Si pudiese incluir la primera temporada de True Detective en solitario… puede que le diese incluso el segundo puesto, pero no me parece justo, ya que solo se trata de una temporada. Eso sí: brutal.
– Joder, Marty. Nos han dejado fuera del ranking por culpa de Colin Farrell.
– Tranquilo, Rust. Sé dónde localizarlo. Frecuenta una cabina en Nueva York. Le daremos un buen susto.
Espero que os haya gustado mi humilde opinión. Por favor, no dudéis en comentar y en ponerme a caer de un burro.
Me despido por hoy. Voy a ver si me empiezo ahora el primero de House of Cards, que Mirete dice que es buenísima. Quizás cuando la vea tenga que modificar el TOP.
¡Nos leemos pronto!