<<Dalia sumergió sus ojos verdes en el fondo de su vodka con zumo de naranja, que se bamboleaba dentro de un vaso sujetado por las yemas de sus finos dedos, tratando de escapar de la rotación de su delicada muñeca. Su piel era blanca como el invierno cerrado, pero su pelo era puro fuego. Desde aquel mismo instante, supo que la subinspectora no era una mujer corriente.>>
Con su delgadez, su piel pálida, sus ojos verdes y su larga melena de cobre; la subinspectora Torres es un personaje recurrente tanto en “La pieza invisible” como en “Donde lloran los demonios”.
¿Te apetece saber algo más de la irreverente investigadora?
- El padre de Dalia, Salvador Torres, fue un aclamado inspector en la comisaría del Once de septiembre (donde trabaja Dalia). Entre sus numerosos logros, fue el responsable de la detención de “El monstruo de Arenys”.
- Se llama Dalia porque su padre estaba obsesionado con el misterio que rodea al famosísimo caso de “La Dalia Negra” acontecido en 1947 en Estados Unidos.
- Su alcoholismo es considerable, y prueba de ello es que su bebida favorita es el vodka con zumo de naranja natural. Es de recibo decir que Dalia tiene una gran tolerancia al alcohol.
- El motivo por el que se hizo policía se desconoce en “La pieza invisible”, pero se revelará en “Donde lloran los demonios”.
<<César se había quedado corto al analizar la fiereza de su mirada envuelta en pecas de color marrón muy claro. Quedó absorto ante la poca delicadeza con que la subinspectora le había quitado la copa de las manos al camarero hacía unos minutos. En tan solo cinco minutos había incrustado sus labios, más rojos que su pelo, en el cristal de la copa por última vez, dando un último trago memorable. Después inspiró profundamente y golpeó la mesa ligeramente con la copa, como si quisiera hacer saber a todos que ya se la había terminado.
—Inspector, puedes quedarte ahí compadeciéndote de ti mismo, o puedes recordar por qué te hiciste policía. En el mundo real, la gente pierde a las personas que quiere sin merecerlo.
—¿Y tú, Dalia, por qué te hiciste policía? —se revolvió él.
Dalia se levantó de su asiento con energía. Miró al inspector Giralt directamente a los ojos y esbozó una desafiante media sonrisa.
—Quizás algún día te cuente por qué me hice policía. Pero no hoy. No aquí.
César se sintió duramente golpeado. Tan solo Gabi le había hecho sentir así de aturdido con su verborrea. Pero su amigo era más blando, menos directo. Aquel huracán de pelo ardiente era otra cosa totalmente diferente, e igualmente inesperada.
—Recógeme mañana a las nueve en mi comisaría —dijo ella con un tono de voz inusualmente serio— Y por supuesto, vas a pagar mi copa.
Dalia Torres abandonó el bar sin despedirse si quiera, con paso firme.>>
Creo que lo que hace diferente a Dalia es su capacidad para comportarse de un modo inesperado, tener comportamientos políticamente incorrectos, y al mismo tiempo no perder una pizca de su feminidad. A César no le parece una mujer guapa la primera vez que la ve, y es por eso que su atracción se basa principalmente en su arrolladora personalidad e inteligencia. Desde que conoce al inspector Giralt, sabe que se trata de un hombre atormentado, y quizás por eso se marca como meta personal el llegar a conocerle mejor. Dalia tiene un pasado difícil del que no se habla en “La pieza invisible” y que es quizás el motivo de su necesitad intrínseca de ayudar a la gente a superar el pasado, como ella misma tuvo que hacer. César Giralt aparenta muchas veces ser duro, pero la sensación real que yo tengo cuando escribo sobre ellos, es que ella es bastante más dura que él.
Dalia volverá como personaje importante en “Donde lloran los demonios”, pero muchas cosas habrán cambiado en ella tras los sucesos de “La pieza invisible” tres años atrás.
¿Y a ti, te conquistó la dama de la coleta en llamas?